jueves, 5 de marzo de 2009

En vida, la helada lobreguez, graba la marca de todas las cosas en el alma, y nos lleva en su cúmulo, al final con la perpetua afonía.


Ruina de las necesidades:
La helada caída hacia la duda
Con la feroz escasez que acosa
Lidiar entre una cosa y su burla.

Huir del fatigado huir:
Creemos en la desgarradora pena
De ser en vida lo que otro viviera
En su cúmulo de pulsiones ciegas.

El adiós es prisionero,
Culpable de engañar la identidad.
Con los muros repletos del pretérito nacer,
Y en los pasillos llenos de sol adentro,
Algún alguien esta viendo
Que aún siendo, no es más que provecho
Del delirio florecido
De la lobreguez del ayer.

El acervo mentiroso de paz,
Mentiroso de galimatías preñadas
Con la muerte acechante,
Con la deuda que castiga
Y graba la marca ardiente del transcurrir.

Transcurrir colmado de desengaños,
De desilusiones,
De llanto, de risa
De triunfos,
Y de todas las cosas que nos llevan
Al final del sendero,
Al frío y sólido choque,
Al áspero sabor en el alma,
Al coito con la perpetua afonía.

1 comentario:

Nuria Yasmín Meta dijo...

No me deja mi instinto en este momento hacer referencia al relato que estoy firmando, pero me valgo de este medio para hacerte llegar un enorme agradecimiento por aquel que dejaste en mi post anterior.

Es remitirme a un término demasiado simple... pero es eso...
GRACIAS

Tambien te adoro y te quiero mas que mucho, éxitos para ese exámen y en cuanto tenga ese espacio que me propusiste escucharé aquello que me dejaste...
Nos vemos pronto, y no es una pregunta!

Nuri